Siento en mi pecho nuestro destino y mi piel se desgarra
como la de un animal en el matadero…
Sangra mi voz con el eco de las notas afligidas de un piano
lejano…
Pero…
No es
cierto
Porque
Me duele
Me
arde
Me
hiere
Tus palabras son tas perezosas que de tu boca se resbalan en
los visillos mecidos por la brisa estúpida del ocaso...
Y yo,
las defenestro con violencia
De nuevo
me desgarro sin disimulo…
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